Autor: Rahulkumar Ajani, Gestor de Proyectos y Experto Senior de Aplicaciones en CODIX
Resumen
Cuando usted se refiere a negocios, el tiempo es la cosa más importante que podemos tener. Sin embargo, las empresas en servicios financieros, incluyendo incluso a las líderes del mercado deben tomarse su tiempo para reflexionar sobre cuál es el momento para cambias sus aplicaciones de TI (Tecnologías de información). Existen razones obvias, y no tan obvias, para moverse hacia las soluciones de IT punteras. Pero con todos los aspectos buenos que aporta la nueva tecnología, la magnitud del cambio y los trastornos temporales que puede traer durante el periodo de transición, junto con los costes e impacto que conllevan sobre la organización y sus recursos puede ser de la misma magnitud. Este artículo examina los motivos por los que las organizaciones retienen sus planes de reemplazamiento de sus soluciones IT, por qué deben reemplazarlas y cuándo es el mejor momento para ello.
¿A qué es debido el dilema?
“¿Cuál es la definición de sistema existente? ¡Uno que funciona!” dice alguien con sátira. Actualmente, esa puede ser la razón por la que los gestores se enfrentan ante el dilema sobre su reemplazamiento: todavía funciona. Pero hay más. Los sistemas existentes han avanzado mucho para arraigarse de forma casi indisociable en las organizaciones, haciendo que los gestores e inversores estén igual de desconcertados sobre cuándo reemplazarlos. Así es como:
Disponibilidad 24/7: los sistemas de IT se han vuelto la columna vertebral de los negocios. Necesitan estar activos y en ejecución constantemente. Incluso un percance por un día puede costar una fortuna. Si eso suena exagerado, a usted le puede interesar leer la historia de Comair donde el fallo de su sistema existente por un día produjo una pérdida de 20 millones de dólares. No hay que asombrarse, incluso la idea de reemplazar el sistema puede producir escalofríos.
Es común tener sistemas de tipo “black-box” (caja negra): pueden hacer maravillas, pero pocos saben cómo, o nadie lo sabe. Esos pocos informáticos que codificaron el sistema o tienen ideas sobre él, puede que se hayan ido de la empresa hace tiempo, y la documentación puede que haya desaparecido también. Las cosas se complican cuando estas cajas negras son aplicaciones de misión crítica.
Tienta parchear y continuar solo un poco más: servicios web, middleware, plataformas de nivel medio, visualización pueden aliviar varios problemas y refrescar la cara de sistemas arcaicos para alardear sobre los consumidores; todo bajo un coste atractivo y mucho menor riesgo – algo que atraería a cualquier gestor.
Hay mucho en juego: la mayoría de las veces, reemplazar las aplicaciones de misiones críticas es como una operación de trasplante de órganos. La continuidad del negocio, la reputación, la rentabilidad, etc. están en riesgo durante la transición. Como con cualquier otro proyecto, retrasos inesperados, percances y áreas problemáticas en costes agravan el riesgo y la incertidumbre.
No es solo el sistema: como dicen, los problemas nunca vienen solos. Reemplazar el sistema muchas veces es sinónimo de re-ingeniería de procesos, restructuración, programas de entrenamiento masivos y nuevas habilidades… todo sobre la responsabilidad de que continúe el “show” normalmente.
En resumen, es la comodidad de mantener el status quo, los desafíos involucrados en el cambio, la dimensión del cambio y el coste que hace que los líderes quieran vivir todavía otro día con el sistema existente; al fin y al cabo, todavía funciona.
¿Por qué reemplazar?
Prisión autoimpuesta: el modelo comercial se ha transformado y cambia constantemente. Pero la adaptación de sistemas existentes a la nueva era no puede ser menos que una pesadilla. La falta de habilidades en esas tecnologías en extinción, los costes involucrados y las limitaciones en la capacidad de los sistemas de la era pasada, probaron ser ataduras cada vez que los gestores piensan en nuevos productos y procesos. Incluso los gigantes de los servicios financieros pueden verse atrapados en los sistemas que una vez los hicieron líderes; encadenados, observan como empresas de nueva creación flexibles e innovativas mordisquean de su cuota de mercado.
Los sistemas se superan: igual que con los edificios de oficinas, estructuras, pólizas… el problema es que la mayoría de la gente no lo puede ver venir. Es fácil percatarse de que la mano de obra va a superar la capacidad de los edificios de oficinas cuando la empresa está en expansión, pero ¿quién presta atención a los sistemas? A menudo, hay restricciones sobre el volumen de datos y la capacidad de procesamiento de los sistemas antiguos. Desconocido para casi todos, estas limitaciones pueden ser bombas de relojería a la espera de explotar durante el periodo de crecimiento extensivo.
El elefante en la habitación: en el sentido más amplio de la expresión. En los últimos años, los sistemas se desarrollan hasta tal punto que pierden su flexibilidad, requiriendo grandes recursos para su conservación, y se convierten en un obstáculo: justo como un elefante. Y, ¿qué sucede con las vulnerabilidades de seguridad? Lo mejor es que recordemos el significado de la expresión ‘elefante en la habitación’: un problema o riesgo obvio que nadie quieres discutir…
No les gusta comunicarse: en el intento de ir un paso por delante y permanecer vivas, las organizaciones deben continuar con sistemas más nuevos. Pero cuando viene la integración, lo nuevo y lo antiguo no se comunican tan fácilmente. A veces, los vendedores entusiastas existentes pueden dedicar tiempo y proporcionar un código "pegamento" para que puedan hablar fácilmente con sistemas más nuevos. Pero puede que no siempre usted tenga tanta suerte.
Nada dura eternamente: aquellos que conocen la tecnología existente ya podrían ser abuelos. Los proveedores de servicios existentes ya están luchando para justificar si deberían continuar brindando soporte, y en caso afirmativo, cuánto tiempo. Por otro lado, empresarios jóvenes están alterando el mercado con nuevos conceptos. El día en que su sistema no sea compatible, o cuando los factores del mercado necesiten retirarlos, bien podría ser mañana.
Como Bill Gates dijo una vez: … los negocios van a cambiar en los próximos diez años más que en los últimos 50 . El cambio no es simplemente rápido, será incluso más rápido mañana. ¡Debemos reemplazar! ¡Pero el truco es saber cuándo!
¿Cuándo reemplazar?
Los negocios son un juego de valor: el valor de entrega a los consumidores y el valor de entrega para los inversores. Por encima del valor, está la estrategia de un valor sostenido en el tiempo. Ya sea reemplazar el sistema existente o continuar con él depende de dos factores: su impacto sobre el valor y su compatibilidad con la estrategia. Ahora, usted ya se ha dado cuenta que no hay una regla general para el reemplazamiento, pero usted debe considerarlo seriamente en algunas ocasiones.
Cuando para de evolucionar: cuando Lehman dio las leyes de evolución del software, ya predijo en 1974 que el software – al igual que los gestores – deben evolucionar constantemente y desarrollar nuevas capacidades o, de lo contrario, … Bueno, acaba de decir que cada vez es menos satisfactorio, pero ya sabe usted que cuando el software deja de evolucionar, también lo hace el negocio subyacente en gran medida. Ahora, teniendo en cuenta la revolución tecnología y del mercado en muertos tiempos, la falta de evolución es un camino seguro hacia la extinción. Busque las señales de desaceleración en el ecosistema que soporta su software. En el momento en que vea pérdida de experiencia, resistencia y retrasos en el soporte, mantenimiento y solicitudes de cambio de su sistema.... mejor que comience a planificar la sustitución por una aplicación moderna que esté al día con la última tecnología y las tendencias actuales del mercado.
Cuando comienza s decaerse: si, decaen. Es el resultado de antigüedad y evolución. Con el paso de los años un sistema existente tendrá códigos fuente huérfanos, duplicados, redundantes y no óptimos. Tal vez se pregunte ‘¿por qué?’ Mejor que le pregunte al departamento de RR.HH cuántos desarrolladores, analistas y arquitectos vinieron y se fueron. Mejor que le pregunte al departamento de Informática cuáles eran los estándares de documentación anteriormente. A diferencia de los sistemas modernos – que no sufren la antigüedad y decadencia debido a más altos estándares de la documentación y a la gestión sofisticada del producto – los sistemas existentes engordan invariablemente incluyendo arquitectura rota, conocido popularmente como ‘pudrición de software’. Este es el punto de no retorno. Desafortunadamente, a partir de aquí, cualquier acción (o no acción) para mejorar el sistema provocará desastres.
Cuando tiene una enorme deuda técnica: si usted no ha actualizado a la versión ‘x’ todavía, los costes y riesgos para actualizar a la versión x+1 será incluso mayor. Actualizaciones sucesivas que no se han implementado son una forma de deuda técnica. Y, contra mayor sea esta deuda, mayores los desafíos. En un momento determinado, tiene más sentido reemplazar el sistema que limpiar esta deuda técnica.
Existen muchos otros signos, pero llámelo gasto o inversión, no hay forma de escapar del reemplazo. Si elige la opción de despertarse, entonces es el momento adecuado para ponerse en contacto con un proveedor de paquetes de software como Codix, que ha estado invirtiendo constantemente en su solución de software iMX durante los últimos 25 años, para ofrecer la más amplia y profunda cobertura funcional a las empresas de préstamos y gestión de créditos y a los profesionales del recobro de deudas, tanto en el sector minorista como en el de las empresas/clientes. La inversión continua de Codix también tiene como objetivo mantener su sistema en tecnologías puntera y, sin embargo, fiables y escalables, aprovechando lo mejor de lo que la tecnología puede aportar a la eficiencia empresarial actual.
Fuente: blog.lendit.com, publicado el 25 de septiembre, 2017